La Paradoja de Nuestro Tiempo en la Historia
Tenemos Edificios mas altos, y temperamentos más cortos; carreteras mas amplias, pero puntos de vista más angostos.
Nosotros gastamos mas, pero tenemos menos; compramos mas, pero lo disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas; mas conveniencias, y menos tiempo; tenemos mas estudio, pero menos sensibilidad; mas sabiduría y menos juicio; mas expertos, pero más problemas; mas medicina, pero menos salud.
Tomamos mucho, fumamos demasiado, gastamos sin necesidad, reímos muy poco, manejamos muy rápido, y nos enojamos muy rápido, nos desvelamos, nos levantamos cansados, raramente leemos, vemos mucha TV, y rezamos muy poco.
Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores humanos.
Hablamos mucho, pero amamos poco y odiamos muy seguido. Hemos aprendido como ganarnos la vida pero no sabemos vivir; le hemos agregado años a la vida, no vida a los años.
Hemos ido a la luna y regresado pero tenemos problemas para cruzar la calle para conocer al vecino.
Hemos conquistado el espacio sideral, pero no el espacio interno.
Hemos hecho cosas más grandes, pero no cosas mejores.
Hemos limpiado el aire, pero ensuciado el alma.
Hemos partido el Atomo, pero no nuestros prejuicios.
Escribimos mas, pero aprendemos menos.
Hacemos mas planes, pero los sacamos adelante menos.
Aprendimos a vivir aprisa, pero no a ser pacientes.
Creamos mas computadoras para retener mas información para producir mas copias que antes, pero tenemos menos comunicación.
Este es el tiempo de comidas rápidas y digestiones lentas.
Hombres altos, y caracteres cortos; ganancias altas, y relaciones vacías.
Es el tiempo de Paz mundial, pero de guerra domestica; mas diversiones, pero menos diversión; mas variedad de comida, pero menos valor nutritivo.
Estos son los días de dos sueldos por familia, pero más divorcios; de casas más lujosas, pero hogares quebrados. Estos son los días de viajes rápidos, panales desechables, moralidad desechable, amor de una noche, cuerpos sobrepasados, y pastillas para todo, para ser alegre, para ser callado, para matar.
Es un tiempo cuando hay mucho en el aparador y nada el almacén; un tiempo en que la tecnología te puede brindar esta carta
El
sur de China. Es difícil creer que realmente existen lugares como este…
Pie de la Cuesta Oaxaca
Pie de la Cuesta está situado en
el Municipio de San Juan Cacahuatepec (en el Estado de Oaxaca) lugar de
costumbres y tradición cultural.
La historia de los misioneros en
la Nueva España, comenzó obviamente con la Conquista de México, se refiere
principalmente al sometimiento del estado mexica o azteca, logrado por Hernán
Cortés en el nombre del rey Carlos I de España y a favor del Imperio español
entre 1518 y 1521. Con la llegada de los europeos a la Nueva España, en el
sentido estricto, el término de misión alude a la labor que debían de realizar
como parte de un compromiso o tarea asignada. En el vasto escenario mexicano,
la misión era bastante compleja: la conversión al cristianismo de miles de
indígenas por vía de catequización.
Representando este escenario se
llevó a cabo una danza en la que diversos espectadores tuvimos el agrado de
apreciar y revivir la historia que cuentan nuestros libros y nuestros antepasados.
El Capricho de Gaudí (Comillas)
El Capricho es un edificio
proyectado en 1883 por el arquitecto catalán Antoni Gaudí y construido bajo la
dirección de su ayudante Cristòfor Cascante i Colom en la localidad cántabra de
Comillas. Su nombre real es Villa Quijano, pero se le aplicó el nombre de
Capricho por tratarse de un encargo de Máximo Díaz de Quijano, concuñado del
Antonio López y López, marqués de Comillas, que deseaba una residencia de
verano de tipo oriental. Las obras se realizaron entre 1883 y 1885.
Un dato importante es que la casa
está sin terminar. El dueño de la casa quiso entrar a vivir antes de tiempo y
por eso faltan pequeños detalles de decoración, como por ejemplo, dos de las
cuatro columnas de la entrada están sin tallar o los techos de la sala de
música están sin decorar. Cabe decir, que el dueño tan sólo pudo disfrutar de
la casa siete días, ya que al poco tiempo de marcharse los obreros, falleció.
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