lunes, 20 de julio de 2015

A ritmo suave tocas al compás de la somnolencia…




Corres sin prisa. Sin prisa encuentras el cauce de la armonía.

Ligero movimiento… Suave vaivén de las cosas.

Te adentras poco a poco. A ritmo suave tocas al compás de la somnolencia…
No es más que la pausa rítmica del corazón, que sin detenerse busca la quietud de las soledades vacías, de los precipicios sin fondo, de la negrura abismal, de los sueños jamás soñados, de las pérdidas de memoria que son eternas en los míseros tiempos de nuestra inconsciencia.


Como en un vacío, me deslizo sin tiempo y sin forma, solo la voz de las palabras son un tintineo hermoso que llena de ánimos esta negra noche.

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