Imposible analizar, comprender o tan siquiera comentar de la
actividad turística en Acapulco sin la figura de Rodolfo Escobar Ávila, cuya
trayectoria y esfuerzo ha significado un parte aguas al gremio hotelero y a
quienes conforman la llamada industria sin chimeneas.
Opinion: José Manuel Gomez
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