miércoles, 1 de julio de 2015

El viento se llevó las horas y el cielo se llenó de lluvias.

Fue una extraña sensación. Con su mirada hizo desaparecer todas mis alegrías. Un escalofrió tenue lleno mi cuerpo de tristezas.

El viento se llevó las horas y el cielo se llenó de lluvias.

Sin ningún remordimiento se acercó y me dijo: te dejo, hay un lugar mejor que este en el que me esperan, y sin más, se fue un largo tiempo.

No es que no la haya querido. Mi amor es un poco diferente, creo que cada cosa tiene su tiempo y su espacio. Ella en cambio, no creía lo mismo; en la cama, en el patio, en la cocina, en todo lugar y en todo tiempo debía demostrar yo mi amor por ella, debía demostrar pasión y entrega cada minuto y cada hora que pasaba.

Para mí, el amor se divide entre las actividades cotidianas del día; el amor a mi lectura, amo también el tiempo que le dedico a mi trabajo, amo el tiempo que paso con mi hija, amo el tiempo que le dedico a escribir, a fumar un cigarro y ponerme a meditar, amo cuando se me vienen las ideas y amo también los buenos resultados de mis acciones. Por eso hoy me pregunto… ¿Qué hice mal?

Este día llueve. Fumo un cigarro y el humo teje una nueva historia en el aire frio de esta noche.

Por el balcón del frente la veo a ella, viene a mi puerta.

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