miércoles, 23 de septiembre de 2015

Olaf Stapledon


    Jose G. Campos (Job)

El gran escritor de ciencia ficción, Olaf Stapledon, escribía con un magistral tono oracular, en marzo de 1937, que el mundo se encontraba en peligro de una catástrofe mayor que la guerra de 1914, que él había visto de cerca en los campos de batalla de Francia, enfatizaba que la defensa del mundo civilizado contra el barbarismo moderno es hoy, desesperadamente urgente y que año tras año, mes tras mes, la situación de nuestra fragmentada y precaria civilización es más y más grave. Apuntaba que el fascismo era cada vez más temerario y despiadado en sus aventuras internacionales, mostrándose más tiránico con sus propios ciudadanos, así como más bárbaro en su desprecio de la vida de la mente.

No fue un hombre corto de miradas y fue cauteloso hasta con los países que se auto calificaban como tolerantes y pacíficos, por tener una tendencia a la militarización y a la restricción de las libertades civiles.

Lamentaba que tras décadas, no se había dado ninguna acción decidida para aliviar la injusticia de nuestro orden social. Acusaba al capitalismo de ser un gastado sistema económico que condena a millones a la frustración.

El texto que era el prefacio de su novela más aclamada, Hacedor de Estrellas, parecía ser también el preámbulo para lo que el mundo vería horrorizado un par de años después y estigmatizaría permanentemente al género humano: el ascenso del Tercer Reich, el infierno de la segunda Guerra Mundial y la plena conciencia de que nuestra especie, capaz de creaciones sublimes era también proclive a la destrucción más brutal.


Cada vez que medito sobre la importancia de los escritores en la vida y desarrollo del ser humano, pienso en las palabras de este maestro de la ficción científica, una pluma afilada que en los albores de su género se convirtió en influencia de muchos otros genios del tema, como James Blish, Isaac Asimov y Arthur C. Clarke que han reconocido su endeudamiento con él, y lo colocaron a la par del mismísimo H.G. Wells.


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