Sin
embargo, el gobierno decidió no prohibir las importaciones de frutos secos,
leche, lácteos y pescados, según medios rusos.
El gobierno de Rusia prohibió la importación de frutas y
verduras procedentes de Turquía a partir de 2016, como parte del paquete de
sanciones contra ese país en represalia por el derribo hace una semana de un
avión ruso por parte de Ankara.
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, aprobó este
martes el paquete de sanciones contra Turquía, que permanecerán en vigor el
tiempo que sea oportuno mientras no cambie la actitud de Ankara, que insiste en
que derribó el cazo ruso porque violó su espacio aéreo.
En concreto, Rusia ha prohibido la importación de productos
agrícolas procedentes de Turquía a partir del 1 de enero de 2016, entre ellos
los cítricos, tomate, carne de pollo y pavo, cebolla, coliflor, brócoli,
pepino, uva, manzana, pera, melocotón, ciruela, fresa y sal.
Entre los productos cítricos figuran las naranjas,
mandarinas, tangerinas, cítricos mikan, clementinas, mandarinas Wilking,
chalote, nectarinas, endrino, fresas silvestres y fresones.
Las sanciones también incluyen la prohibición de vuelos
chárter desde y hacia Turquía desde este 1 de diciembre, con la excepción de
los aviones con turistas rusos que están regresando de ese país, según un
comunicado del servicio de prensa del gobierno ruso.
Además el gobierno ruso, el segundo socio comercial de
Turquía, ha pedido a su Ministerio de Transporte adoptar medidas adicionales
para garantizar la seguridad de los vuelos regulares desde y hacia territorio
turco.
Asimismo, “suspendió las actividades de la comisión
intergubernamental para la cooperación económica y comercial con Turquía,
creada en 1992”, así como las negociaciones sobre inversiones y compraventa de
servicios con Ankara, así como sobre el fondo conjunto de inversiones.
También se suspendieron las labores sobre el proyecto de un
programa a medio plazo para la cooperación económico-comercial,
técnico-científica y cultural entre ambos gobiernos para el periodo entre 2016
y 2019.
Las relaciones entre Rusia y Turquía se deterioraron tras el
derribo del avión ruso que cumplía una misión en Siria, en el marco de la
campaña de ataques aéreos que Moscú realiza desde el pasado 30 de septiembre
contra objetivos del Estado Islámico (EI) en ese país.
Un bombardero Su-24 ruso fue derribado el pasado 24 de
noviembre por un misil lanzado desde un avión turco F-16 cuando la aeronave se
encontraba en el espacio aéreo sirio, a cuatro kilómetros de la frontera de
Turquía, de acuerdo con Rusia.
Sin embargo, Turquía asegura que el avión violó el espacio
aéreo turco, cerca de la frontera siria, y que fue derribado después de ser
advertido al menos 10 veces para que cambiara de dirección. (Con información de
Notimex)
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